miércoles, 16 de noviembre de 2011

3 Dragones, 3 Corazones.


Acto Segundo: Draken

Dicen que no hay efecto sin su causa, ni acción sin su consecuencia. Puede que por ello en el mismo momento en que Dreogan juraba lealtad y protección a su madre Draken, en otro universo alternativo, mataba a su propia madre. Debido a la frontera inter-dimensional entre ambas realidades, Dreogan no conocía a Draken y Draken no conocía a Dreogan. Por lo que ninguno de los dos reparo en este acto de sincronicidad interplanaria, y muchos menos podían reflexionar profundamente sobre el suceso. Aunque si hubieran tenido conocimiento de estos sucesos dudo mucho que Draken pensara en ese momento en ellos, más que nada por que el único pensamiento actual en la mente de Draken era ¡HUIR!

En la sociedad drow el asesinato era una forma de ascenso social, siempre y cuando lo puedas realizar de tal manera que no puedan demostrar que lo hiciste tu, el problema de Draken no era solo que le habían pillado con las manos en la masa, sino que además su victimas, su madre, era una sacerdotisa del culto de Loth, lo cual agravaba bastante su situación. Por esto Draken huía, pero no huía por miedo a la muerte, la muerte solo es otro aspecto de la vida, y la vida le importaba poco a Draken (incluido la suya), huía por que sabia que el castigo seria mil veces pero que la muerte. Intentaba no pensar en ello, intentaba concentrarse solo en huir, pero la su imaginación le jugaba malas pasadas de lo que podía pasar, y es que los drow a la hora de castigar tiene demasiada imaginación.

En el mejor de los casos podrían sacrificarle y que su alma fuera devorada por Lloth, la diosa araña, otra opción menos agraciada sería la chiwdraña, una maldición que transforma a un elfo de la oscuridad en una abominación mita elfo mita bestia arácnida, era un castigo bastante habitual en la sociedad drow y en el culto de Lloth, aunque Draken sabia que había sacerdotisas de la reina de las arañas con muchísima mas imaginación y muchísimo mas retorcidas respecto al tema de transformaciones en bestias arcnomorficas se refería. Draken se pregunto como afectarían estas maldiciones y transformaciones en sus extraña naturaleza, Draken se pregunto por un segundo esto y acto segundo se paro en seco y se pegunto si dar marcha atrás para ver cual seria el resultado, si la vida para Draken valía poco, su curiosidad en cambio era peligrosamente excesiva.

Draken se paro durante un segundo, Draken dudo durante un segundo, y ese segundo basto para que al siguiente notara como algo le aprisionaba el cuello dejándolo sin respiración, al siguiente una fuerza le tiraba desde el mismo cuello arrastrándolo por el suelo, antes de darse cuenta Draken estaba viendo, desde abajo, la suela de los zapatos de una dama drow.

-Corres mucho hermanito-dijo una voz femenina.

-¿Agliztar?-intento decir Draken sin apenas uso de su respiración, al fin y al cabo Alisthar le tenia, literalmente, atado en corto.

Con un rápido movimiento de sus brazos, Alisthar tiro de la cadena arrastrando a Draken de dibujando un giro horizontal arras del suelo contra una rocas.

-Has matado a mama hermanito, y esos esta muy mal-Dijo y acto seguido se quedo reflexiva durante un segundo-Bueno, para ti mal, para mi bien, así no tengo que pensar en matarla yo- añadió con una sonrisa.

Alisthar tiro de la cadena volviendo a arrastrar a Draken hasta sus botas.

-Tu eras su favorito Draken, su arma favorita, su amante favorito-añadió dulcemente sabiendo la herida que eso habría, cuando vio la rabia en el rostro de Draken le pisoteo el estomago evitando que reaccionara contra ella. Draken se encogió sobre si mismo y después vomito- Nunca entenderé que veía en ti, debe ser que le recordabas a tu escamado padre.

Alisthar y Draken venían de padres diferentes, el padre de Alisthar era un drow cazador que su madre violo salvajemente mientras le arrancaba el corazón en ritual, y el padre de Draken era, bueno, un dragón negro.

-No se que le pago madre al señor “alas de murciélago” por los servicios prestados- dijo mientras seguía arrastrando a Draken como un perro que no quiere pasear- Pero debió valer la pena dado que le cogio gusto a la carne de los draconianos-Añadió mientras miro con lujuria al semidragón que tenia por hermanastro, Draken la miro sin terminar de comprender.

Alisthar volvio a arrastrar a Draken poniéndolo boca arriba, acto seguido se sentó sobre su cintura y con sus manos sujeto las muñecas de Draken contra el suelo.

-Hagamos un trato hermanito, volvamos a Menzoberranzan, yo hablare en tu favor y conseguiré que mantengan entero y con vida y tú a cambio- paro un segundo para lamer la cara del medio dragon- Serás mi concubino hermano, me amaras cuando te diga que me ames, me follaras cuando te diga que me folles y matars cuando te digas que mates. Igual que con mama…

Draken maldijo en ese momento haber gastado su aliento de acido en abrir un agujero en las murallas de la ciudad, pues bien ahora lo lanzaría sobre el rostro de su hermanastra. De ninguna manera podía aceptar eso, Draken se metió en este lío por escapar de su esclavitud matriarcal como para meterse de nuevo en lo mismo.

-Bueno hermanito ¿Qué me dices?

-Pajjj-Intento hablar Draken, el cual todavía no tenia total uso de sus cuerdas vocales.

-¿Qué dices?

-Pa…-dijo tras respirar un poco-…dre.

En ese momento una pequeña esfera de acido salio disparada del colgante de Draken, un amuleto redondo de metal, con una estrella de 5 puntas invertida sobre la que había una calavera de dragón negro. Draken construyo este amuleto cuando se había iniciado en las artes arcanas, se inspiro en un libro sobre dragones negros, la palabra que activa el amuleto era la persona a la que Draken más deseaba conocer, su padre.

El acido fue directo hacia la cara de Alisthar, la cual chillo de dolor mientras se cubría el rostro con sus manos.

-MALDITO BASTAR…-No llego a terminar su frase cuando una de las garras, ahora libres de Draken, pasó por su garganta abriendo una el camino entre su piel y su sangre.

Draken se quito de encima el peso muerto de su hermanastra, también las cadenas que le ataban el cuello, se puso en pie y tras retomar el aliento se dispuso a volver a correr. No dio un par de pasos cuando oyó una voz detrás.
-¿Dónde creggz que vaz?- Decia Alisthar mientras luchaba por no desangrase- No tiegnez donde igz…

Draken se paro en seco y miro a su agonizante hermanastra sabiendo que ya no representaba ninguna amenaza, se agacho hacia ella y le dijo.

-Escúchame bien, por que quiero que le digas esto a tu odiosa reina de las arañas cuando te encuentres con ella, buscare a mi padre y volveré con un ejército de dragones negros dispuesto a borrar de la historia tu putrefacta ciudad.

Alisthar rio haciendo que emanase un borbotón de sangre y aire por su cuello.

-Zi cregz que el te va a ayudag ez que eztaz…- No pudo terminar la frase cuando vio como su hermano desaparecía de un pestañeo ante sus ojos-…loco.

Alisthar murió sola en mitad de la Infraoscuridad, con el rostro desfigurado, con la garganta abierta y la mirada de asombro. Draken en ese momento se materializo ante sus sorpresa dentro de una carcel, en mitad de la ciudad de las puertas, y en un lugar, muy lejos de allí, Darius despertaba prematuramente de su trance.

-¡Maestro Quin!-Grito mientras se levantaba-¡Maestro Quin!-Grito mientras se dirigía hacia el archidruida.

-¿Qué es este alborto Darius?-Pregunto su maestro-¿No estabas dentro de un sueño esmeralda?

-Me despertó una visión maestro, una terrible visión.

El maestro Quin pasó su mano por las raíces de musgo que tenia por barba.

-¿Qué visión?

-Vi una balanza sujetada por dragones, una balanza que se quebraba bajo el peso de una calavera negra-Dijo Darius tan asustado como nervioso-¿Qué significa maestro?

El Maestro Quin miro a su joven pupilo con gesto examinador, después sonrío.

-Significa que debes marcharte, tu adiestramiento ha terminado, yo no puedo enseñarte nada más…

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