Acto Segundo: Draken
Dicen que no hay efecto sin su
causa, ni acción sin su consecuencia. Puede que por ello en el mismo momento en
que Dreogan juraba lealtad y protección a su madre Draken, en otro universo
alternativo, mataba a su propia madre. Debido a la frontera inter-dimensional
entre ambas realidades, Dreogan no conocía a Draken y Draken no conocía a
Dreogan. Por lo que ninguno de los dos reparo en este acto de sincronicidad
interplanaria, y muchos menos podían reflexionar profundamente sobre el suceso.
Aunque si hubieran tenido conocimiento de estos sucesos dudo mucho que Draken
pensara en ese momento en ellos, más que nada por que el único pensamiento
actual en la mente de Draken era ¡HUIR!
En la sociedad drow el asesinato
era una forma de ascenso social, siempre y cuando lo puedas realizar de tal
manera que no puedan demostrar que lo hiciste tu, el problema de Draken no era
solo que le habían pillado con las manos en la masa, sino que además su
victimas, su madre, era una sacerdotisa del culto de Loth, lo cual agravaba
bastante su situación. Por esto Draken huía, pero no huía por miedo a la
muerte, la muerte solo es otro aspecto de la vida, y la vida le importaba poco
a Draken (incluido la suya), huía por que sabia que el castigo seria mil veces
pero que la muerte. Intentaba no pensar en ello, intentaba concentrarse solo en
huir, pero la su imaginación le jugaba malas pasadas de lo que podía pasar, y
es que los drow a la hora de castigar tiene demasiada imaginación.
En el mejor de los casos podrían
sacrificarle y que su alma fuera devorada por Lloth, la diosa araña, otra
opción menos agraciada sería la
chiwdraña, una maldición que transforma a un elfo de la oscuridad en una
abominación mita elfo mita bestia arácnida, era un castigo bastante habitual en
la sociedad drow y en el culto de Lloth, aunque Draken sabia que había
sacerdotisas de la reina de las arañas con muchísima mas imaginación y
muchísimo mas retorcidas respecto al tema de transformaciones en bestias
arcnomorficas se refería. Draken se pregunto como afectarían estas maldiciones
y transformaciones en sus extraña naturaleza, Draken se pregunto por un segundo
esto y acto segundo se paro en seco y se pegunto si dar marcha atrás para ver
cual seria el resultado, si la vida para Draken valía poco, su curiosidad en
cambio era peligrosamente excesiva.
Draken se paro durante un
segundo, Draken dudo durante un segundo, y ese segundo basto para que al
siguiente notara como algo le aprisionaba el cuello dejándolo sin respiración,
al siguiente una fuerza le tiraba desde el mismo cuello arrastrándolo por el
suelo, antes de darse cuenta Draken estaba viendo, desde abajo, la suela de los
zapatos de una dama drow.
-Corres mucho hermanito-dijo una
voz femenina.
-¿Agliztar?-intento decir Draken
sin apenas uso de su respiración, al fin y al cabo Alisthar le tenia,
literalmente, atado en corto.
Con un rápido movimiento de sus
brazos, Alisthar tiro de la cadena arrastrando a Draken de dibujando un giro
horizontal arras del suelo contra una rocas.
-Has matado a mama hermanito, y
esos esta muy mal-Dijo y acto seguido se quedo reflexiva durante un
segundo-Bueno, para ti mal, para mi bien, así no tengo que pensar en matarla
yo- añadió con una sonrisa.
Alisthar tiro de la cadena
volviendo a arrastrar a Draken hasta sus botas.
-Tu eras su favorito Draken, su
arma favorita, su amante favorito-añadió dulcemente sabiendo la herida que eso
habría, cuando vio la rabia en el rostro de Draken le pisoteo el estomago
evitando que reaccionara contra ella. Draken se encogió sobre si mismo y
después vomito- Nunca entenderé que veía en ti, debe ser que le recordabas a tu
escamado padre.
Alisthar y Draken venían de
padres diferentes, el padre de Alisthar era un drow cazador que su madre violo
salvajemente mientras le arrancaba el corazón en ritual, y el padre de Draken
era, bueno, un dragón negro.
-No se que le pago madre al señor
“alas de murciélago” por los servicios prestados- dijo mientras seguía
arrastrando a Draken como un perro que no quiere pasear- Pero debió valer la
pena dado que le cogio gusto a la carne de los draconianos-Añadió mientras miro
con lujuria al semidragón que tenia por hermanastro, Draken la miro sin
terminar de comprender.
Alisthar volvio a arrastrar a
Draken poniéndolo boca arriba, acto seguido se sentó sobre su cintura y con sus
manos sujeto las muñecas de Draken contra el suelo.
-Hagamos un trato hermanito,
volvamos a Menzoberranzan, yo hablare en tu favor y conseguiré que mantengan
entero y con vida y tú a cambio- paro un segundo para lamer la cara del medio
dragon- Serás mi concubino hermano, me amaras cuando te diga que me ames, me
follaras cuando te diga que me folles y matars cuando te digas que mates. Igual
que con mama…
Draken maldijo en ese momento
haber gastado su aliento de acido en abrir un agujero en las murallas de la
ciudad, pues bien ahora lo lanzaría sobre el rostro de su hermanastra. De
ninguna manera podía aceptar eso, Draken se metió en este lío por escapar de su
esclavitud matriarcal como para meterse de nuevo en lo mismo.
-Bueno hermanito ¿Qué me dices?
-Pajjj-Intento hablar Draken, el
cual todavía no tenia total uso de sus cuerdas vocales.
-¿Qué dices?
-Pa…-dijo tras respirar un
poco-…dre.
En ese momento una pequeña esfera
de acido salio disparada del colgante de Draken, un amuleto redondo de metal,
con una estrella de 5 puntas invertida sobre la que había una calavera de
dragón negro. Draken construyo este amuleto cuando se había iniciado en las
artes arcanas, se inspiro en un libro sobre dragones negros, la palabra que
activa el amuleto era la persona a la que Draken más deseaba conocer, su padre.
El acido fue directo hacia la
cara de Alisthar, la cual chillo de dolor mientras se cubría el rostro con sus
manos.
-MALDITO BASTAR…-No llego a
terminar su frase cuando una de las garras, ahora libres de Draken, pasó por su
garganta abriendo una el camino entre su piel y su sangre.
Draken se quito de encima el peso
muerto de su hermanastra, también las cadenas que le ataban el cuello, se puso
en pie y tras retomar el aliento se dispuso a volver a correr. No dio un par de
pasos cuando oyó una voz detrás.
-¿Dónde creggz que vaz?- Decia
Alisthar mientras luchaba por no desangrase- No tiegnez donde igz…
Draken se paro en seco y miro a
su agonizante hermanastra sabiendo que ya no representaba ninguna amenaza, se
agacho hacia ella y le dijo.
-Escúchame bien, por que quiero
que le digas esto a tu odiosa reina de las arañas cuando te encuentres con
ella, buscare a mi padre y volveré con un ejército de dragones negros dispuesto
a borrar de la historia tu putrefacta ciudad.
Alisthar rio haciendo que emanase
un borbotón de sangre y aire por su cuello.
-Zi cregz que el te va a ayudag
ez que eztaz…- No pudo terminar la frase cuando vio como su hermano desaparecía
de un pestañeo ante sus ojos-…loco.
Alisthar murió sola en mitad de
la Infraoscuridad, con el rostro desfigurado, con la garganta abierta y la
mirada de asombro. Draken en ese momento se materializo ante sus sorpresa
dentro de una carcel, en mitad de la ciudad de las puertas, y en un lugar, muy
lejos de allí, Darius despertaba prematuramente de su trance.
-¡Maestro Quin!-Grito mientras se
levantaba-¡Maestro Quin!-Grito mientras se dirigía hacia el archidruida.
-¿Qué es este alborto
Darius?-Pregunto su maestro-¿No estabas dentro de un sueño esmeralda?
-Me despertó una visión maestro,
una terrible visión.
El maestro Quin pasó su mano por
las raíces de musgo que tenia por barba.
-¿Qué visión?
-Vi una balanza sujetada por
dragones, una balanza que se quebraba bajo el peso de una calavera negra-Dijo
Darius tan asustado como nervioso-¿Qué significa maestro?
El Maestro Quin miro a su joven
pupilo con gesto examinador, después sonrío.
-Significa que debes marcharte, tu
adiestramiento ha terminado, yo no puedo enseñarte nada más…
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